¿Te gustaría cumplir un objetivo o hacer un cambio en tu vida? Quizás llevas algún tiempo intentándolo, pero estás a punto de desistir porque tienes la sensación de no avanzar.

Es posible que el quid de la cuestión esté en cómo has establecido ese objetivo: debe cumplir una serie de requisitos para que puedas hacerlo realidad. En este artículo te ofrezco una guía y dos herramientas para establecer bien y hacer visibles tus objetivos


¿Por qué no realizas cosas que son importantes para ti?

Estamos en uno de aquellos momentos del año en que se suele aprovechar para hacer “borrón y cuenta nueva”, marcando metas y cambios personales o profesionales para pasar al siguiente nivel.

En mi opinión, el inicio del año es tan buen momento como cualquier otro, porque AHORA siempre es el mejor momento para empezar a moverte hacia lo que quieres. Independientemente del momento, en muchos casos son ideas, sueños o intenciones que no se concretan suficientemente: no se define el qué, ni el cuándo, ni el cómo y con qué.

La clave para hacer realidad los cambios que te propongas está precisamente en cómo los plantees: es importante que definas bien lo que quieres conseguir en tu vida, sea en el ámbito que sea. Tener claro hacia dónde quieres ir, qué deseas realizar o por qué te esfuerzas es esencial para no sentirte perdido mientras avanzas.

Es por eso que te propongo que crees un espacio para reflexionar y definir bien lo que quieres conseguir antes de ponerte en camino para conseguirlo.

Por otro lado, establecer objetivos personales te ayuda a dar sentido y sacar provecho a tu vida. Si los defines y los haces visibles, estarás dando el primer paso para acercarte más a ellos.

“¿Y cuándo piensas realizar tu sueño?”, le preguntó el Maestro al discípulo. “Cuando tenga la oportunidad de hacerlo”, respondió éste. El Maestro le contestó: “La oportunidad nunca llega. La oportunidad ya está aquí”

Anthony de Mello

Pasos para definir efectivamente tus objetivos

Define bien el QUÉ y entiende su PARA QUÉ

Primero de todo, especifica lo que quieres conseguir, sin ambigüedades y con detalle para no dejar espacio a ninguna duda ni interpretación posterior.

Te puede ayudar en este proceso visualizar tu objetivo cumplido en un momento futuro. No subestimes el poder de visualizarlo ya cumplido: no sólo te ayudará con el detalle, también te proporcionará inspiración y guía para establecer el resto de elementos.

Además de preguntarte QUÉ quieres lograr, puedes plantearte otras preguntas como QUIÉN participa, te ayuda o está implicado de alguna forma, o DÓNDE se debe realizar ese objetivo

Define también metas intermedias: qué hitos debes completar durante el camino para acercarte progresivamente a lo que te propones.

Establece cómo Medir el progreso

Lo que no se mide, no se puede controlar. Si no contrastas tus avances con algo, no sabrás si avanzas en el camino correcto.

Puedes establecer una métrica cuantitativa (cuanto) o cualitativa (cómo sabrás que se ha cumplido: qué resultado tangible habrás obtenido o qué sentirás).

Asegúrate de que es Alcanzable y Realista

El objetivo que definas debe ser posible para ti. Tiene que ser retador, tener un punto de dificultad y exigirte un esfuerzo, pero has de poder conseguirlo para que te mantengas animado y sigas adelante.

Para ello, puedes preguntarte CÓMO avanzarás hacia ese objetivo y explorar qué posibilidades de lograrlo tienes, si estás en el momento y contexto adecuados y qué dificultades puedes encontrar.

También es muy importante que analices en qué medida depende de ti y no de personas o elementos externos. Perder peso depende totalmente de ti, conseguir un ascenso depende de ti, pero también de otros y del contexto.

Oriéntate al Resultado

Conecta el objetivo con tu propósito de vida y enfócalo de manera constructiva y motivadora enunciándolo en positivo.

Debe ser algo con lo que estés comprometido. PARA QUÉ es la pregunta que debes responder: vincula con el sentido y valores de realizar lo que te propones y es lo que te moverá y te mantendrá motivado para lograrla. Así que es muy importante pensar bien qué hay detrás de lo que quieres conseguir, qué beneficio o necesidad última llenará y te ayudará a priorizar y a crear las inercias necesarias para conseguirlo.

Para redactarlo en positivo, en lugar de decir lo que NO quieres, especifica lo que SI quieres. Estoy segura que en alguna ocasión alguien te habrá dicho aquello de “NO pienses en un elefante rosa volando” para demostrarte que esa era precisamente la imagen en la que estabas pensando. El «No» tiene un efecto contraproducente en nuestro cerebro, así que una definición en positivo te acerca más al logro.

Enmárcalos en el tiempo

Establece fechas para cumplir con tu objetivo y también para las metas intermedias. Esto te permitirá medir el progreso. Cuando se trata de objetivos personales, es fácil que nos saltemos este punto, asumiendo que nos autocontrolaremos.

Tener un marco temporal es fundamental para evitar la procrastinación y mantener el foco, esquivando otras cuestiones que puedan surgir y que aparentemente sean urgentes.

Aquí las preguntas son

  • ¿Cuándo quiero conseguirlo?
  • ¿Qué tengo que hacer y en qué momentos?
  • ¿Cuándo tengo que haber logrado cada meta intermedia?

Bonus: Ecología y Recompensa

Hasta aquí hemos definido lo que sería un objetivo SMART: eSpecífico, Medible, Alcanzable, orientado a Resultados y Temporalizado.

Existen dos criterios más, para acabar de redondear la definición de tu objetivo (SMARTER):

  • Asegúrate de su Ecología, esto es, valora los impactos de hacerlo realidad para ti y para tu entorno
  • Recompénsate: establece pequeños premios para cada meta intermedia que consigas y también cuando finalices el camino y consigas lo que te has propuesto. Aunque ese logro, en sí mismo, probablemente ya será toda una recompensa.

Después, planifícate

Con estas cuestiones claras, ya puedes crear un plan de trabajo adecuado a tus circunstancias, generando el espacio entre las actividades de tu día a día y asignando la energía y esfuerzo de forma realista para que grandes objetivos y buenas intenciones no se queden a medio camino.

Definición efectiva de objetivos

Herramientas para establecer y hacer visibles tus objetivos

Hasta ahora te he hablado sobre cómo establecer bien tus objetivos. Sobre qué objetivos marcarte es algo más tuyo. Debes priorizar aquellas áreas que estén más alejadas del ideal que te gustaría ver en ellas, o bien aquello que pueda impactar y mejorar otros ámbitos de tu vida.

Si no sabes por dónde empezar, te propongo dos herramientas:

La Rueda de La Vida para descubrir los puntos que quieres mejorar – Si tienes claro que quieres trabajar el ámbito profesional, hay también una variante que es la Rueda profesional. Sirve para reflexionar sobre diferentes ejes, estableciendo dónde te gustaría estar para cada uno de ellos, lo que sería tu máximo ideal, y dónde te encuentras actualmente. El análisis global del resultado te permite ver qué áreas están más alejadas de que querrías tener y te podrían dar pistas de por dónde empezar.

Aquí te ofrezco una herramienta Excel para ayudarte en esta reflexión.

Vision Board o Collage de objetivos – La segunda herramienta que te propongo es hacer un collage en el que plasmar gráficamente tus objetivos. Proyectar lo que deseas una vez logrado y tenerlo visible te ayuda a mantener el foco y la motivación para continuar adelante.

De nuevo, como te comentaba más arriba con la Visualización, el trabajo manual para crear este collage tiene un impacto muy positivo en tu cerebro que te predispone mejor, te motiva y te acerca a lo que quieres. Así que te recomiendo que crees un collage físico, aunque puedes también hacerlo con soportes digitales.

Aquí te cuento con más detalle como crear tu collage.



Coaching como acompañamiento

Un proceso de coaching te facilita tanto la definición de tus objetivos como el acompañamiento para que te mantengas en el camino que has escogido.

Tanto si lo haces por tu cuenta, como si trabajas con un coach, te animo a definir tus objetivos y ponerte en marcha ahora mismo para hacerlos realidad.

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